miércoles, 10 de abril de 2013

Una sobre opinólogos...

Esta entrada va sin numerar... normalmente hablamos de algo que nos interesa y por no hacerlo largo, numeramos y dividimos...

De tanto en cuanto daremos opiniones... no las numeraremos, puesto que no sabemos si será sólo una o serán varias. En cualquier caso allá va... (y que sea lo que la deidad que adores/respetes/ignores quiera)...

Llevo una temporada en la que todo a mi alrededor son justificaciones. Me he tenido que justificar yo por seguir dando teta (Nena cumple hoy ocho meses y hay quien lo ve como algo horrendo), y con la misma persona se estaba justificando una vecina por dar biberón. Otra vecina ha dado explicaciones de por qué, su tierna retoña, no va a ir a la guardería por las tardes. Hay que dar explicaciones de por qué no dejamos a los niños llorar... o de por qué sí... de lo que comen... de lo que dejan de comer... de si van al cole o guardería... de por qué no....

Sinceramente, a mí me resulta agotador. Yo, o mejor dicho, nosotros, hacemos lo que pensamos que es mejor para nuestros hijos. Y estoy segura, de que mi vecina, esa que le chilla al niño y no tiene empatía con él los cinco segundos que la veo en la escalera, también... y la chavala que va lidiando y no entendiende a su hija, porque tiene más interés en mirar a una hormiga que en ir al mercado, el segundo que me cruzo con ella en la esquina, también...

Es tan fácil juzgar... yo hace dos días me quise morir cuando estaba batallando con Nene en el portal y salieron del ascensor dos vecinos... argh! "Mano dura", me dijo uno... "es tan pequeñito..." me dijo el otro... toma ya... ¿con qué amable "consejo" te quedas, encima?

Y yo digo... ¿y a vosotros... qué más os dá? Nadie sabe si es la primera vez que mi hijo monta un "pollo" y por tanto es muy chiquito... o si es una costumbre y por tanto es culpa mía por no emplear una "mano dura"... es más... esa persona que pase en ese momento no sabe tan siquiera como funciona Nene o como funcionamos nosotros como familia...

Así que, desde aquí lo digo y lo envío. Querido desconocido o conocido alejado, agradezco profundamente que te preocupes por mi prole. Es muy considerado por tu parte. Pero si no pretendes pasar una semana con ellos (y créeme, haras muy mal negocio porque comen mucho los dos), abstente de hacerme comentarios sobre como educarlos, criarlos o enseñarlos. Si pretendes hacerlo tú, no hay problema. Si no, tus comentarios caeran en saco vacío y no esperes otra cosa distinta a una bordería (si me pillas de buenas y soy comedida) o directamente una grosería (que achacaré a la falta de sueño... nunca pensé que estaría tan agradecida a que Nena no me deje dormir).

Así que ya sabéis... antes de dar consejos bienintencionados a quien no los ha pedido... pensad que quizás, muy quizás, hay detrás una Mama con mucho sueño por culpa de Nena que puede no necesitar oírlos y sí descargarse....

Avisados estáis... luego, no os quejéis.

Saludos excursionistas.

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