lunes, 11 de febrero de 2013

Mochila de explorador

Nene tiene una curiosidad insaciable.

Cada vez que salíamos al monte nos preguntaba qué era esto, qué era aquello... y luego seguía y seguía preguntando lo mismo durante varios días.

Como todo lo mira, lo toca, pregunta y repregunta, al final hemos optado por montarle un equipo de exploración para que no nos lleve locos.

¿En qué consiste? Muy fácil. Hemos cogido una mochila que está reservada para las excursiones. En ella hemos guardado:
  • Lápices de colores y una libreta para poder dibujar y apuntar cualquier cosa que nos llame la atención.
  • Unos prismáticos (en cualquier chino podéis encontrar unos muy baratitos).
  • Pañuelos de papel.
  • Algo de comer (mandarinas, galletas...)
  • Agua.
  • Bolsas de plástico para poder recolectar hojas (y luego escaneárlas para colgarlas en el Diario de Naturaleza).
Lo cierto es que Nene va contentísimo a todas partes con su mochila de explorador y como todo queda escrito, sabe que la información no se perderá y no nos vuelve majaretas preguntando lo mismo una y otra vez.

Para su santo le compramos una brújula...

Saludos excursionistas.

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